Yo no puedo aconsejarte, ya es muy duro lo que llevo, dejemos que corra el aire y digámonos adiós. Aunque sigas suspirando por algo que no era cierto, me lo dicen en los bares, es algo que llevas dentro. Que no quieres que te quieran, sólo quieres que te abracen y publicas que no tuve ni valor para quedarme, yo rompí todas tus fotos, tú no dejas de llamarme. ¿Quién no tiene el valor para marcharse? ¿Quién prefiere quedarse y aguantar?...
viernes, 2 de octubre de 2009
Antonella XII
Te contemple a lo lejos y en la orilla de este rio te escribo estos versos. Oh luna del desierto. ¿que me hace ella?, ¿porque estoy tan enamorado de Antonella?. Y en mis pocas veces de credibilidad, busque la luna entre la niebla, la luz de tus ojos y tu labios imantados. Estoy varado a orillas de tu alma, en el climax de la pasión, tratando de reconquistarte, y este es el comienzo para decirte, que te ves hermosa, que tus caricias las necesito como la noche lo es a mí. Y te veo, y te veo. Es más te adoro. Esta es la doceava carta y tú, en las lejanias del universo, todabía sigo anhelando tu regreso, vuelve, vuela hacia mis brazos, pequeña niña imantado, ojos de luna llena. Antonella de mi alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario