Y jamás lo olvide, en una noche como esta, con un viento ambiguo, sin consternaciones, que estaba frente a ti, mirandote a los ojos, y besandote, besandote sin arrepentimientos tontos.
Que te abraze y sentía tu calor, Oh Señorita imantada de labios de malvaviscos...
domingo, 8 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario